El comienzo esconde el fin

Nadie sabe cuando van a terminar las cosas, eso lo tenemos todos claro, pero ¿quién sabe cuando empiezan?

«Todos los grandes hechos y todos los grandes pensamientos tienen un comienzo ridículo .»

Albert Einstein.

Empezar algo.

Son dos palabras simples que no denotan mucha dificultad en descubrir su mensaje, podríamos decir que en conjunto nos hablan de la acción de comenzar algo, lo que sea, pero la duda remite en, ¿cuándo empezamos algo?

Se supone que con esta primera entrada estoy empezando este blog, el que yo denomino un «camino a la libre expresión de mi pensamiento «, sin embargo, no encuentro nada nuevo en lo que estoy haciendo, postrarme ante un folio, que posteriormente pasaré a ordenador con el word de turno, y expresar lo que pienso en un arrebato de iluminación literaria, un especia de musa abstracta, pues no tiene ni forma ni existencia en el orden, pero se encuentra ahí, guiándome ante cada letra que mi bolígrafo debe escribir, todo esto, ya sea de una forma u otra, es algo que hago con mucha frecuencia, con lo cual no considero que esté empezando algo nuevo en lo referido a este aspecto.

En cambio, debo darme cuenta de una cosa, y es que no solo estoy expresando de forma escrita mis pensamientos, haciendo así que quede plasmado cada atisbo de razón, sino que los estoy compartiendo, lo cual si cambia parte de la fórmula en este acto de sumisión al texto. Es una forma nueva de compartir ideas e ideales que deambulan por mi cabeza, pudiendo ser rebatidas y compartidas por cualquiera que malgaste, o invierta, (véase la comparativa subjetiva de cada perspectiva), leyendo este blog.

Esto hace que ahora te plantees dentro de cada acción que realices en cuales consideras que estás empezando algo, y en cuales no, porque dentro de los actos más rutinarios, aquellos que pienses que realizas cada día de tu vida, puede que se oculte el comenzar de algo nimio y efímero, pero que eso no quita de su existencia. Creo que es un claro ejemplo de la falsa ilusión utópica en la que vivimos donde creemos saber que está pasando exactamente en nuestros alrededores y círculos más allegados, pero el mero hecho de no fijarnos bien, o del revés, fijarnos tanto en algo hasta el punto de obviar lo demás, hace que sea nuestro entorno más íntimo del que más desconozcamos de su estado.

Al ser el primer blog, una especie de introducción y refelxión sobre los comienzos, (ya hablaremos algún día de los finales), voy a ir dejándolo por aquí, dando paso a unas últimas aclaraciones sobre este sitio.

En ningún momento pretendo dar lecciones a nadie con ninguno de mis textos, y mucho menos hacer parecer que tenga cierta superioridad moral o intelectual, pues son textos hechos total completa y absolutamente de forma subjetiva a través de mis opiniones y pensamientos, cada uno es libre de pensar y opinar como quiera sin temor a ser juzgado, y estaría encantado de discernir con todos ante su pluralidad de ideas a lo largo de cada texto que suba.

Poco más queda por decir, pásate por el resto de textos (si he subido alguno más a fecha de hoy) y si te ha gustado lo suficiente para pensar que a alguien le puede interesar leerlo, no dudes en hacerlo.

Alea iacta est.

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar